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12.10.12

El partido que la selección española disputará ante la selección de Bielorrusia está en boca de todos y no por el propio partido en sí, si no porque el partido no se podrá ver por televisión después de que ninguna de las televisiones de España haya aceptado la oferta de Sport Five por el que vendían los derechos del partido por 1,5 millones de euros.

En el mundo del fútbol, hablar de 1,5 millones de euros es hablar prácticamente de calderilla, y más siendo un partido oficial valedero para la clasificación del Mundial. Pero hay que tener en cuenta el estado actual de la economía en España, la situación de las televisiones y la falta de ingresos publicitarios que los medios tienen últimamente.

El partido fácilmente podría superar los 4 millones de espectadores, una jugosa cifra para los anunciantes que buscan la máxima audiencia para enseñar sus productos. Pero hay muchos factores que hacen que ninguna televisión se vea con la capacidad de hacer semejante desembolso.

El primero de los factores es el horario del partido. Un partido a las 20:00 no tiene el mismo tirón que puede tener uno a las 22:00 hablando de espectadores en televisión. La publicidad siempre apuesta por el horario de máxima audiencia y a las 20:00 la publicidad no tiene el mismo precio que a las 22:00. No es nada nuevo descubrir que los medios de comunicación están pasándolo mal con la crisis económica. Algo que va unido al punto anterior del precio de la publicidad. Los ingresos de las cadenas de televisión han descendido bruscamente y no es cosa de unos meses.

Además Televisión Española, una empresa, aunque sea pública, que está elaborando un Expediente de Regulación de Empleo, que dejará a muchos profesionales sin trabajo, no está en condiciones de desembolsar semejante cantidad para un partido de futbol. Telecinco también pujó por comprar el partido, pero por supuesto a un precio mucho más bajo al que se está hablando. Al final todo parece indicar que la avaricia de una empresa hará que ni ellos embolsen dinero ni en España se vea el partido.

La burbuja del fútbol empieza a estallar. Los medios ya no se pueden permitir pagar semejantes sumas de dinero por unos derechos de televisión a los que nunca terminan de sacar rentabilidad. Si las televisiones dejan de pagar esos desorbitados y desproporcionados precios por los derechos, el siguiente paso será que las federaciones y organismos internacionales verán disminuidos sus ingresos, provocando que las remuneraciones a las federaciones nacionales, clubs deportivos y demás estamentos rebajen sus ganancias. Los fichajes millonarios dejaran de existir, nadie podrá pagar ni 40 millones por los jugadores, los sueldos tendrán que descender. Terceras personas que en su día se acercaron al mundo del fútbol porque veían un valor seguro para ganar dinero gracias a comisiones o ingresos varios por representación empezarán a darse cuenta de que esto no es para siempre.

Y mientras el máximo perjudicado por está situación será el espectador, acostumbrado a encender una televisión o a bajar al bar que hay debajo de su casa a ver el partido de su equipo de toda la vida.

Quizá esto le venga bien a todo el mundo del fútbol. Se estaba llegando a un punto en el que no importaba lo que se pagase, cuanto más mejor. La ley del si tu das 10 yo doy 100 y si tu das 100 y yo 10000 para poder tener algo que tú no tienes y ganarme el prestigio que tu no tendrás.

Está tarde volverá la tradicional tarde de transistores. Las radios serán el ojo de los aficionados, tendrán que describir todo lo que sucede en el terreno de juego. Esas radios que hace apenas una temporada tenían prohibida la entrada en los estadios de futbol españoles porque según la Liga de Fútbol Profesional y diversos organismos estaban dañando a otras empresas. ¿Qué pasaría hoy si no estuvieran las radios en ese estadio? Los Señores Tebas, Astiazarán, Roures y demás empresarios, ¿oirán el partido por ese medio al que unos meses les cerraron la puerta?

O mejor, esos mismos señores, ¿verán el partido por alguna web de dudosa legalidad, que desde que fueron creadas han restado espectadores a las diversas plataformas de pago y ven los partido con una gran calidad y sin pagar por lo que ellos se embolsan dinero?

(Esto anterior lo escribí antes de leer en as.com y sportyou.es lo siguiente) Ahora parece que Sport Five, la tenedora de los derechos, quiere pagar a las radios 25.000 euros para que retransmitan el partido desde el estadio y se plantean retransmitirlo desde el hotel a través de la televisión bielorrusa. 

Seamos sinceros, que el fútbol haya llegado a este punto es culpa de todos. Desde medios de comunicación que pagaban precios desorbitados por los derechos, equipos que pagaban millones escalofriantes por jugadores a los que remuneraban de forma excesiva, organismos nacionales e internacionales que lo único que pensaban era en ganar más dinero en cualquier ámbito, espectadores que pagaban precios descomunales por entradas de un espectáculo que apena dura dos horas, consumían productos al doble de su precio en el supermercado y compraban todo tipo de merchandising sin importar el precio.

Ahora nadie puede permitirse lujos. Desde el más aficionado de todos que no puede comprar su abono de la temporada o aquel que asiste a alguno de los partidos por lo que paga más de 60 euros cada entrada. Los medios de comunicación no se pueden permitir perder un solo céntimo más o muchos empezarán a echar la trapa y colgar el cartel de "cerrado por inviabilidad económica". Es el momento de pararse y pensar que ahora no es tiempo de beneficios, es tiempo de cerrar los cursos económicos con un balance cero y esperar a que algún día remonte la situación.

Los primeros en darse cuenta han sido los espectadores que ya no llenan ni el Camp Nou y el Bernabéu en los grandes partidos, los segundos han sido los medios de comunicación, ¿quién será el siguiente?, ¿quién se dará cuenta que este no es el camino? Mientras tanto, España sin partido en la televisión.

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