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10.5.12

La experiencia y el control del partido fueron las claves para que el Atlético de Madrid levantara su segunda Europa League en dos años, que si sumamos la Supercopa de Europa del 2010 hacen tres títulos en 24 meses. Neptuno debe pensar que se habían olvidado de donde estaba y ahora van cada dos por tres para compensar.



 
Desde el lunes los colores rojiblancos empezaban a aparecer por las calles de Bucarest, la suerte decidió que dos equipos españoles tuvieran que jugarse un título europeo en tierras rumanas. Los rojiblancos del Atleti paseaban sus bufandas, banderas y cánticos mientras que los rojiblancos del Athletic hacían lo propio con los suyos.


El Atlético, como local, vestiría sus colores tradicionales, los once elegidos para conseguir un nuevo título era Courtois, Juanfran, Miranda, Godín, Filipe, Mario Suárez, Gabi, Arda Turan, Diego, Adrián y Falcao. Por su parte el Athletic de Bilbao sacó también su once de gala que le había llevado hasta la final formado por Iraizoz, Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe, Iturraspe, Ander Herrera, De Marcos, Susaeta, Llorente y Muniain.



Desde el principio del partido el Atlético estuvo mejor colocado en el campo, presionaba el balón con seguridad, algo que se oponía al nerviosismo de los jugadores del Athletic que veían ante sí la mejor oportunidad de conseguir un título europeo después de tantos años sin llegar a una final. La primera ocasión de peligro llegó de la mano de los madrileños a los apenas 5 minutos de partido. En la siguiente jugada Falcao ajustaba a la escuadra más alejada de su posición el balón para conseguir el primer tanto del partido. Un zurdazo de libro con el que nada pudo hacer Iraizoz para detenerlo. El partido se complicaba un poco más para el Athletic que parecía paralizado por los nervios y sin capacidad de respuesta.






































Según avanzaban los minutos el Athletic se iba posicionando en el terreno de juego. Las ocasiones de peligro empezaron a llegar pero no conseguían meter un balón en la portería de Courtois. Cuando más peligro tenía el Athletic llegó de nuevo Falcao y aumentó la distancia en el marcador. Esta vez un error de Amorebieta, que se puso a regatear en la frontal del área, hizo que perdiera el balón, error que fue aprovechado por los hombres del Simeone. Otro tiro fuerte con la zurda de Falcao dentro del área fue imparable para el portero navarro.


Jugadores como Llorente y Muniain apenas habían aparecido en jugadas de peligro lo que evidenciaba que algo no estaba funcionando en el equipo vasco. Los balones no llegaban a los delanteros y cuando llegaban no podían convertirlos en goles que les acercaran en el marcador. Con el 2-0 en el marcador se llegó al descanso. La reanudación hizo que el Athletic estuviera más seguro en el campo, poco a poco iba metiendo al Atlético en su propio campo y parecía que el gol del Athletic estaba próximo. Hasta que a falta de poco más de seis minutos para que se cumplieran los 90 partido, Diego ponía la puntilla y marcaba el tercer gol del Atlético, gol que acababa con todas las esperanzas de Athletic de acercarse en el marcador y poder forzar, por lo menos, la prórroga.


Una vez el árbitro alemán, Stark, pitó el final de encuentro la alegría, gritos, saltos y carreras de los jugadores de Atlético por todo el terreno de juego contrarrestaba con las lágrimas de los jugadores del Athletic. En un gesto deportivo los madrileños se acercaron a los jugadores vascos para darles su consuelo y sus ánimos para que afronten la final de la Copa del Rey con todos los ánimos y fuerzas posibles.





































La noche era rojiblanca, pero madrileña.




Fotografías:
Todas: as.com

1 comentarios:

  1. Lo que más me fastidió fue escuchar a Pepe Domingo diciendo que el Atlethic no se merecía un 3-0: ha hecho grandísimos partidos en Liga, pero una final es una final y hay que saber estar a la altura.
    De todos modos, el árbitro debería haberles pitado un penalti clarísimo sobre Llorente en el agarrón de la primera parte.

    Buen análisis como siempre y ¡aupa Atleti!

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