Hora: 20:30
Lugar: Johannesburgo (Sudáfrica)

Nervios, tensión incluso miedo se palpaba en el ambiente de toda España y en varias ciudades de todo el mundo, Londres, París, Buenos Aires, Roma, Washington y un largo etcétera tenían su mirada puesta en Johannesburgo.
Nunca nos habíamos visto en una de estas y estábamos nerviosos, como si tuviéramos quince años y fuéramos a nuestra primea cita con el chico de nuestros sueños.

Países Bajos y España querían poner por primera vez su nombre en la Copa que te acredita como el mejor del mundo.
La selección Oranje llegó al Soccer City en primer lugar, antes de que la ceremonia de clausura empezara ellos ya habían llegado. Por su parte, la selección española llegó cuando la ceremonia ya estaba avanzada y esperando romper el dicho de que los últimos en llegar eran los primeros en marcharse.
El partido era una final inédita, ninguna de las dos selecciones se habían enfrentado en una final de un mundial, aunque los Países bajos era la tercera vez que conseguía llegar a una, para la selección española era la primera vez.

Todos esperábamos la confirmación del once inicial de España, en las horas previas se hablaba que podía jugar Torres en vez de Pedro o que incluso Fábregas podía jugar de titular. La alineación del partido nunca se nos olvidará y la recitaremos como cuando éramos pequeños y recitábamos las preposiciones, de carrerilla. Casillas, Sergio Ramos, Puyol, Piqué, Capdevila, Xabi Alonso, Busquets, Xavi Hernández, Pedro, Iniesta y Villa.
España nunca había jugado en el Soccer City no como Países Bajos que ya había pisado ese césped. Para nosotros ya era como un premio, jugar en el estadio de la final significaba que habías llegado a la final y eso ya era un privilegio.


La selección de los Países Bajos empezó con una gran fuerza, muchas faltas que en ocasiones merecían una tarjeta roja hasta en los primeros minutos. Según iban pasando los minutos, los jugadores de la Oranje entraban cada vez mas fuerte sobre nuestros jugadores aprovechando la benevolencia del árbitro. Howard Webb ya tuvo una actuación más que dudosa en el partido que nos pitó contra Suiza y en esta ocasión parecía que todo seguía igual, las graves faltas de los Neerlandés solo eran sancionadas como falta sin mostrar si quiera una tarjeta amarilla mientas que los jugadores españoles las veían con mucha facilidad.

Los minutos iban pasando y cuando acabó la primera parte todos nos íbamos al descanso con la sensación de que más de un jugador neerlandés tenía que haber sido expulsado. Esperanzados con el inicio de la segunda parte nos volvimos a sentar en el sofá para ver cómo iba a acabar el partido.




A las 20:30 en punto el árbitro inglés Howard Webb pitó el inicio del partido y todos pensamos "Kenako" (ha llegado el momento). Bajo la atenta mirada de más de 80 mil personas en el estadio, entre los que se encontraban la Reina Doña Sofía, los Príncipes de Asturias, jugadores como Rubén Baraja o los deportistas como Pau Gasol y Rafa Nadal (con la cara pintada y con la bandera atada al cuello como el hincha numero 1), sin olvidarse de los familiares de los jugadores, el balón empezó a rodar.
El Jabulani era especial para la ocasión, los colores oficiales del balón se cambiaron por un dorado y fue renombrado como Jo´Bulani para homenajear la ciudad en la que se disputó la final, Johanneburgo. Un balón especial para un partido especial. Después de todo lo que se había hablado del balón era el momento de centrarse en el fútbol y que cada uno de los jugadores diera lo máximo de sí mismo.
La selección de los Países Bajos empezó con una gran fuerza, muchas faltas que en ocasiones merecían una tarjeta roja hasta en los primeros minutos. Según iban pasando los minutos, los jugadores de la Oranje entraban cada vez mas fuerte sobre nuestros jugadores aprovechando la benevolencia del árbitro. Howard Webb ya tuvo una actuación más que dudosa en el partido que nos pitó contra Suiza y en esta ocasión parecía que todo seguía igual, las graves faltas de los Neerlandés solo eran sancionadas como falta sin mostrar si quiera una tarjeta amarilla mientas que los jugadores españoles las veían con mucha facilidad.

Los minutos iban pasando y cuando acabó la primera parte todos nos íbamos al descanso con la sensación de que más de un jugador neerlandés tenía que haber sido expulsado. Esperanzados con el inicio de la segunda parte nos volvimos a sentar en el sofá para ver cómo iba a acabar el partido.
Según avanzaba la segunda parte y no llegaba el gol, los corazones empezaban a impacientarse. Llegó el momento de empezar a mover el banquillo. En el minuto 60 entra Navas en el campo en sustitución de Pedro y en el 87 Fábregas sustituyó a Xabi Alonso. Todo estaba sentenciado para ir a la prorroga.
Después de varios sustos de los Oranje, en el minuto 105, Torres sustituyó a Villa con la intención de dar frescura a la delantera y que por fin llegará el gol soñado.
A los pocos minutos, en el 109, por fin un jugador neerlandés fue expulsado aunque perfectamente podían haber sido varios y muchos minutos antes. Heitinga tenía que enfilar el camino a vestuarios después de ver la segunda tarjeta amarilla.

Minuto 116 del partido, minuto 26 de la prórroga. Fábregas recupera un balón en el borde del área oranje, ve el pase claro a Iniesta que carga la pierna y golpea el balón con todas sus fuerzas con la fuerza de 46 millones de personas. Ese balón no tenía otro fin que acabar dentro de la portería. Se desató la locura. Los jugadores (tanto los del campo como los del banquillo) salieron corriendo persiguiendo al héroe de España. Los demás chillábamos, nos desahogábamos, nos abrazamos e incluso lloramos. Nunca más de nueve mil kilómetros se hicieron tan cortos. Ya solo quedaba esperar a que el árbitro pitara el final del partido.

Iniesta, demostrando lo buen chaval que es, le dedicó el gol a su gran amigo, el malogrado Dani Jarque que también se hizo presente en el estadio esa noche. Dani no llegó a jugar con la selección absoluta pero si habían coincidido en las divisiones inferiores y se habían hecho íntimos amigos.

Y por fin el árbitro pitó el final del partido y si todavía quedaba algo de locura por desatar terminó por salir. Éramos Campeones del Mundo. Estaba claro que para jugar al fútbol se necesita jugar al fútbol. La selección de los Países Bajos encaró el partido con el plan de llegar a los penaltis y casi lo consiguieron a base de faltas en muchos casos peligrosas, mientras que el plan de España era ganar la final. Una pequeña diferencia que hace que un equipo sea Campeón del Mundo y el otro se quede en Finalista.

Si, Domingo, 11 de julio, 11 de la noche, España, ¡¡¡¡CAMPEONA DEL MUNDO!!!!
Nuestros jugadores salieron al campo a hacer lo que mejor sabían, jugar al fútbol. Fueron fieles a su estilo por mucho que los Van Bommel, Heitinga, De Jong se lo impidieran con constantes faltas muchas de ellas peligrosas para la integridad de nuestros jugadores. Sergio Ramos y Gerard Piqué firmaron un gran arranque del partido a los que poco después les siguió todo el equipo. Casillas seguro en la portería fue una de las claves del partido haciendo importantes paradas.
Nuestros jugadores salieron al campo a hacer lo que mejor sabían, jugar al fútbol. Fueron fieles a su estilo por mucho que los Van Bommel, Heitinga, De Jong se lo impidieran con constantes faltas muchas de ellas peligrosas para la integridad de nuestros jugadores. Sergio Ramos y Gerard Piqué firmaron un gran arranque del partido a los que poco después les siguió todo el equipo. Casillas seguro en la portería fue una de las claves del partido haciendo importantes paradas.

Fotografías:
1, 4, 5, 8, 11: as.com
2: cadenaser.com
3, 6, 9, 10, 12, 13: marca.com
7: generacion.com
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