La selección española femenina de balonmano dio un
paso de gigante para lograr la segunda plaza del grupo C del Mundial de Serbia,
tras imponerse (26-20) a Polonia, en un encuentro en el que España tuvo que
esperar a la irrupción en la segunda parte de la central Macarena Aguilar para
resolver los problemas ofensivos, que parecían condenarla a un nuevo tropiezo.
Problemas ofensivos que no hacían presagiar los primeros ataques del conjunto
español, que pareció en disposición, por fin, de acabar con sus endémicos
problemas con el lanzamiento exterior de la mano de Alexandrina Barbosa.
La jugadora de origen portugués que apenas se prodigó desde más allá de los
nueve metros en el arranque mundialista ante Noruega, pareció dispuesta hoy a
lucir brazo ante el cerrado sistema defensivo 6-0 de Polonia.
De hecho, Barbosa firmó desde la distancia tres de sus cuatro dianas en el
primer tiempo, una cifra que, sin embargo, no bastó para resolver los problemas
ofensivos de la selección, que con el paso de los minutos fue enredándose cada
vez más y más en la rocosa defensa polaca.
Una circunstancia que se agravó con los ocho minutos que España tuvo que jugar
en inferioridad numérica durante la primera mitad, a causa de las cuatro
exclusiones con las que fue castigada, por tan sólo un de Polonia.
Curiosamente las mejores combinaciones del equipo español llegaron con una
jugadora menos sobre la pista, cuando a base de carácter, penetraciones y
desdoblamientos a la segunda línea perforó la portería polaca.
Goles, que junto con las paradas de Silvia Navarro, que cerró el primer tiempo
con ocho intervenciones, incluidas dos de penalti, permitieron a España
alcanzar en varias ocasiones una máxima renta de dos goles (7-5) en el
tanteador.
Renta que las paradas de Anna Wysokinska y, sobre todo, las sempiternas
pérdidas de balón, dejaron en nada (11-11) al llegar al descanso, una dinámica
negativa que no se frenó con el paso por los vestuarios, como demostró el 14-12
favorable para las polacas con el que arrancó el segundo período.
Marcador que pareció hacer reaccionar definitivamente al equipo español y en particular
a la central Macarena Aguilar, que hasta entonces sumida en el tono gris que
marcó su actuación en el estreno mundialista.
Dos goles de penetración de la central española y dos asistencias perfectas a
la pivote Begoña Fernández pusieron el punto de partida a la remontada del
conjunto español, que no sólo logró enjugar su desventaja, sino que
prácticamente sentenció la victoria (20-15) con un contundente parcial de 8-1
en los siguientes diez minutos.
Un tiempo en el que España no sólo ofreció lo mejor de su repertorio en ataque,
sino en defensa, donde las "guerreras" lograron maniatar a Polonia,
sin necesidad de caer en constantes exclusiones, tal y como ocurrió en la
primera parte.
Renta de cinco goles que la selección española supo manejar con oficio, lo que
permitió a las de Jorge Dueñas sumar su primer triunfo (26-20) en Serbia, que
puede ser decisivo para que España logre la segunda plaza del grupo C, que a
priori otorgaría un rival más accesible en los octavos de final.
Macarena Aguilar despierta a tiempo al equipo de balonmano en Serbia
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