El partido no empezaba de la mejor manera en el que del Potro arrasó a Nadal con un 6-1 en poco más de una hora. No parecía indicar que iba a ser un partido muy largo, algo que beneficiaría a Nadal debido al desgaste de del Potro. La afición argentina hacía su trabajo para meter presión a Rafa y por momentos interrumpían el transcurrir normal de los juegos. Del Potro se crecía por momentos viendo que plantaba cara al número 1 del equipo español.
En el segundo set, Rafa Nadal dio un golpe sobre la mesa y su juego volvía a ser al que estamos acostumbrados a ver torneo tras torneo. Del Potro empezaba a tener problemas físicos en sus abductores que llevaba vendados desde el inicio del partido. En menos de una hora Nadal puso un 6-4 en el marcador y con el empate empezaba un nuevo partido.
En el tercer set, se vio a un del Potro cansado al que no le salía ninguna jugada y Nadal se llevaba los puntos como si no le costara. Un contundente 6-1 para el manacorí en menos de tres cuartos de hora ponía por delante en el partido a los españoles a falta de un set para ganar su quinta ensaladera.
El cuarto set, el más igualadado. Se unieron las ganas de del Potro por dar la vuelta al marcador y el cansancio e ilusión de Rafa por cerrar el partido y darle la victoria al equipo español. Tuvieron que ir al tie break donde la superioridad del manacorí se hizo visible con un 7-0 que cerró tirándose al suelo, como ya es habitual en él.
Mientras el equipo español celebraba ya el título, Nadal saludó uno por uno a cada uno de los integrantes del equipo argentino, en una muestra más de la calidad humana del español. Los cánticos, los gritos y los abrazos poblaban la pista en la que los españoles celebraban su Davis.
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