Con la llegada del Gran Premio de Fórmula 1 a Barcelona se esperaban grandes novedades. El Circuit de Catalunya es uno de los grandes premios que todas las escuderías eligen para traer el primer paquete serio de avances. Ferrari llegaba con modificaciones en el suelo plano y mejoras aerodinámicas aunque el mejor avance era el alerón trasero, el alerón de la polémica. Según de la FIA el alerón era reglamentario pero iba en contra del espíritu de la norma ósea que lo prohibieron (me lo expliquen).
Cuando acabo la clasificación el sábado las cosas parecían seguir como siempre. Los Red Bull seguían reinando y los McLaren seguían a la estela y milagrosamente Alonso conseguía meter su Ferrari incontrolable en la cuarta posición por delante de Button. Una única vuelta sublime en la tercera parte de la clasificación hizo que el asturiano sacara de donde no había todo lo que pudo y más. La otra noticia fue ver como en los garajes de Red Bull se firmaba el pacto de no agresión entre Webber y Vettel por lo que el australiano se quedaba con la pole seguido de su compañero de equipo. Hamilton se colocaba tercero al acecho del líder del mundial.
Con la llegada del domingo Alonso pareció decir "que sea lo que dios quiera". Una impresionante salida hizo que el Ferrari del asturiano se colocara primero dejando perplejos a sus rivales que no sabían ni de donde había salido. Una primera posición que tocaba defender en la pista teniendo al acecho a cuatro pilotos con coches mucho mejores que el Ferrari.
Los pasos por boxes se fueron realizando por parte de los equipos. En la vuelta 10 Vettel hizo su primera parada. Por primera vez una mala decisión de los hombres de Red Bull que hicieron que su piloto saliera en una zona de tráfico y peligrara las opciones de recortar y adelantar a Fernando Alonso. Poco tardo en parar Fernando y salió por delante del alemán, le primer invite parecía ganado todavía quedaba más de 50 vueltas.
El gran desgaste de las ruedas por parte del Ferrari hizo que Alonso tuviera que pasar por boxes poco tiempo después y su resultado fue que Vettel le adelantaba y en la siguiente parada le adelantara Hamilton. Todo lo que había conseguido el asturiano en la salida lo iba perdiendo poco a poco en la carrera. A partir de la vuelta 30 la lucha encarnizada era con Webber. Con el DRS, KERS y mejor coche el australiano parecía destinado a adelantar a Alonso. A esa lucha se auto invitó Button que consiguió adelantar a Webber con un suspiro y adelantar a Fernando en otro.
Alonso ya era cuarto y Webber estaba al acecho. Pocas vueltas después ocurrió. Alonso ya estaba quinto. Un quinto puesto en el que acabaría la carrera. El Ferrari sigue siendo el quinto coche de la parrilla y gracias a que tiene a Alonso pilotándolo está ahí porque si no estaría mucho más atrás. Por lo tanto, al final como siempre ganó Vettel seguido muy de cerca de Hamilton con el que se estuvo disputando la victoria hasta el final de la carrera y tercero en el podio se coló Button.
La próxima cita, Mónaco la semana que viene. Un Gran Premio que llega el apellido de impronosticable. Esa carrera en la que por muy experto que seas puede ocurrir cualquier cosa.
Fotografías:
1, 2, 3 y 4: as.com
La vida sigue igual aunque nos las prometamos felices
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